Con el ánimo de buscar alternativas de solución para aquellas personas de la tercera edad que no tienen la posibilidad de acceder a una jubilación, la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantía -Asofondos- entregó un diagnóstico de la realidad del país en el tema de las pensiones.
Esta entidad gremial que representa la actividad de los fondos privados de pensiones y de cesantías de Colombia propuso la urgencia de realizar una reforma pensional encaminada a reestructurar el actual sistema en donde existen dos (2) regímenes: uno público llamado Régimen de Prima Media -RPM-, y el otro privado que es el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad -RAIS-, cada uno con un manejo administrativo y financiero totalmente diferentes, al igual en los aportes que realiza el cotizante y la forma de poder pensionarse.
Eliminar Colpensiones:
Uno de los temas más álgidos sobre la propuesta de la reforma pensional es la eliminación de Colpensiones y unificarse en varios sistemas generales de pensiones tanto públicas como privadas regidas bajo unos mismos parámetros y condiciones para los cotizantes a pensión y cesantías, pero manteniendo el Fondo de Garantía de Pensión Mínima -FGPM- con una mayor cobertura y recursos que garanticen una pensión de un salario mínimo a quienes cumplan con los requisitos para pensionarse.
Ajustes al BEPS:
De igual modo, propone algunos ajustes a la administración del sistema de ahorro de Beneficios Económicos Periódicos -BEPS- según el Acto Legislativo 01 de 2005, que asegure una renta vitalicia para aquellas personas que no completen sus semanas de cotización para pensionarse.
Colombia Mayor:
Otros de los puntos que trata la reforma pensional por parte de Asofondos es ampliar y mejorar el programa Colombia Mayor, no sólo para la población de extrema pobreza y moderada, sino extenderla a la población con discapacidad y, asimismo, entregar un subsidio económico mayor al actual que es de
ochenta mil pesos ($80.000) mensuales.
¿Por qué hacer una reforma pensional?
Desde hace muchos años, diferentes actores de la vida nacional han visto la necesidad de realizar una verdadera y sustancial reforma pensional en el país dadas las circunstancias y problemas estructurales por la cual atraviesa el sistema pensional y de cesantías.
Básicamente los problemas radican, si se sigue con el actual sistema pensional, en la dificultad de llegar a la edad de jubilación si no existe una mayor equidad y protección de los trabajadores tanto formales como informales, más los suficientes recursos para garantizar una mesada digna y justa.
Igualmente, hay que considerar aspectos como la inestabilidad laboral, la informalidad del trabajo, el envejecimiento de la población, la falta de recursos, los cada vez más difíciles contratos a término indefinido y una mayor flexibilidad en los requisitos para pensionarse, dado que hoy en día cumplir con la edad (62 años para los hombres y 57 para las mujeres), tener las semanas cotizadas (1.300 semanas) y un capital suficiente para pagarse su propia pensión que hacen cada vez más difícil el llegar a la vejez con una pensión.
¿Al final qué pasará?
Independientemente de la propuesta de Asofondos de buscar una reforma en el sistema pensional y de cesantías, como aquellos intentos del actual gobierno y anteriores para proponer alternativas de solución a este tema por la deficiente cobertura dado el gran número de personas que llegan a la edad de jubilación sin poder lograrlo, es muy difícil que prospere la verdadera reforma que tanto se necesita puesto que es muy compleja y no hay puntos de consenso generalizado, sino más bien divergencias encontradas, por tanto, se seguirá posponiendo la reforma pensional con el consabido perjudicado que es la población de la tercera edad que aumenta día a día y que no podrá pensionarse.
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